Dispersión de la atención.
Mientras estoy explicando en mis clases, ya sea algo teórico o práctico, los alumnos están haciendo actividades de otras asignaturas y en otras asignaturas están haciendo las mías.
Esto que me ocurre también parece ser habitual entre mis compañeros.
Todas las personas tendemos a no atender aquello que no nos interesa por lo que esto que os voy a contar no es un fenómeno nuevo.
En los últimos años, tal vez 3 ó 4, estoy notando una tendencia preocupante y cada vez mayor: muchos alumnos tienen un problema de atención, de concentración y de varios aspectos importantes para su educación. Ya sé que esto es normal desde que hay alumnos pero profundicemos en este hecho en concreto: uso tus clases para hacer las tareas de otras asignaturas.
Os doy un poco de contexto soy profesor de ciclos de FP de grado superior (alumnos mayores de 18 años), este nivel educativo es el segundo mas importante en la Unión Europea tras los grados universitarios. Es decir, mis alumnos están por encima de la media y su comportamiento en clase suele ser más que aceptable (hay excepciones lógicamente).
¿Qué les está ocurriendo?
- Déficit de atención. Quiero matizar que no son alumnos diagnosticados de TDAH, alguno hay pero son muy minoritarios. Son incapaces de atender más de 5 minutos a una tarea o explicación aunque esta sea amena o requiera de su intervención (les hago preguntas, les pido opinión y ponemos en práctica lo explicado).
- Capacidad de concentración. En algún punto del sistema educativo hemos dejado de exigir concentración a los alumnos lo que lleva a que no pueden resolver tareas complejas. En cuanto una tarea exige concentración para su realización son incapaces.
- Escasa tolerancia a la frustración. Si la tarea no me sale a la primera me frustro, me enfado y abandono; este es el comportamiento habitual. Seguro que los docentes tenemos parte de culpa pero también la tiene el alumno, la familia, la sociedad, ... De hecho creo que este es uno de los problemas fundamentales de la sociedad actual, y en especial de la juventud, que se ve reflejada en la pobre salud mental que tenemos como sociedad (desconozco la realidad en otros países y otras comunidades, hablo desde mi experiencia en Madrid - España).
Creo que todo esto está muy relacionado con el mal uso de Internet y los dispositivos móviles (esto también da para otro artículo), lo quieren todo y lo quieren ¡ya!.
Tras estas divagaciones, hago lo que hay que hacer siempre: acudir a la fuente, y por fin, pregunto a los alumnos.
Tras preguntarles porque están haciendo los ejercicios de otras asignaturas en la mía, me contestan que puede ser por:
- Falta de planificación. Siempre estoy haciendo la próxima tarea a entregar sea de la asignatura que sea.
- No toman apuntes. Como no están tomando notas de lo que explica el profesor, creen que pueden estar escuchando a un profesor y hacer ejercicios de otras materias a la vez.
- Prioridad. Dedican más tiempo a preparar unas materias que a otras según las prioridades de cada cual. Esto siempre ha sido así, al menos en mi experiencia, pero era en casa dónde repartías el tiempo no en las horas de clase.
Ahora habría que ver qué medidas podemos tomar los docentes para paliar estos comportamientos.
Posibles actuaciones
- ¿Cómo corregir la falta de planificación? Son alumnos que en unos meses estarán trabajando en una empresa y no saben llevar una agenda en condiciones. Tal vez debería haber una asignatura en la enseñanza Secundaria, previa a estos niveles, que enseñase sobre productividad.
- Los alumnos no toman apuntes porque los profesores les hemos acostumbrado a que los materiales se los damos ya hechos, en un libro, en PDFs, ... Luego se quejan de que hay mucha materia en los materiales. ¡Claro! debes anotar lo importante que debería ser aquello de lo que habla el profesor en clase.
Tomar apuntes o notas es fundamental en la vida estudiantil pero también lo será en la vida laboral e, incluso, en la vida personal.
- Una solución podría ser dejar de mandar tareas para casa. En mi caso creo que esas tareas en casa son las que sirven para comprender lo que se ha visto en clase y, además, para profundizar en los temas. Si no hay tareas en casa la cantidad de temario a impartir va a ser mucho menor, aunque a lo mejor mejoramos la calidad.
Seguiré intentando reconducir la situación pero no sé si yo sólo puedo luchar contra esta tendencia; haré lo que pueda.